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Stig Severinsen es un apneísta danés cuatro veces campeón del mundo de buceo libre.

Ostenta varios records mundiales, entre ellos el Record Guinness de apnea estática al aguantar 22 minutos sin respirar bajo el agua. Es autor del libro “Breatheology – The Art of Conscious Breathing” y fundador de Breathology, una disciplina de estudio, aprendizaje y formación sobre el entendimiento de la respiración para la mejora de la salud y la calidad de vida, tanto física como mental.

Es además doctor en medicina, master en biología y autor, coach, consultor y conferenciante. https://www.breatheology.com/

Antes de ser campeón y record mundial de apnea, Stig Severinsen practicó deportes como hockey subacuático y rugby subacuático. En los últimos años ha realizado grandes hazañas deportivas, adquiriendo notoriedad por sus records mundiales y records Guinness de apnea bajo hielo en 2013 al recorrer:

(i) una distancia de 500 pies (152,4 metros) en apnea dinámica con aletas (utilizando monoaleta y traje);

(ii) una distancia de 250 pies (76,2 metros) en apnea dinámica sin aletas (utilizando sólo un traje de baño)

La capacidad de Severinsen de desafiar los límites de la naturaleza ha contribuido a la investigación científica, que ha analizado y evaluado el comportamiento de su cuerpo bajo estas condiciones extremas de estrés físico y mental.

La fuerza de la mente

En el relato de su proeza al recorrer 76 metros bajo hielo “a pelo”, Severinsen cuenta lo siguiente:

Empiezo a nadar y encuentro el equilibrio perfecto entre los brazos y la patada de braza, como la de una rana. Tengo que optimizar mi técnica para no gastar oxígeno. Y me deslizo una y otra vez.

Mi cuerpo está tan entumecido, tan paralizado, que el frío no importa; estoy más allá de ese punto. Y tengo que seguir avanzando, seguir avanzando, seguir avanzando.

Sólo tengo que concentrarme en seguir avanzando, empujando mi cuerpo hacia el límite máximo. Si la mente se agarrota, como el cuerpo, todo puede ser un desastre, porque si la mente pierde el control entras en un estado de pánico, y el pánico es lo que te hace congelarte.

Me concentro en ese vacío, en esa sensación de libertad; hago todo a cámara lenta. Echo una mirada para ver dónde está la línea… ok, estoy en la buena dirección.

Cuando llego al final sé que tengo que buscar el agujero. Es un momento peligroso, tengo que encontrar la manera adecuada para salir (…). Y salgo con gran alegría.”

Más allá de superar registros inconcebibles de resistencia humana, el caso de Stig Severinsen es revelador del enorme potencial del control mental sobre el cuerpo y sobre lo que una persona puede llegar a alcanzar. Es un ejemplo inspirador de eso que tantas veces hemos oído: que el poder está en la mente.

Es de sobra conocido que el éxito de muchos deportistas y triunfadores de todos los ámbitos no se explica por tener las mejores cualidades técnicas ni físicas, sino por su gran fuerza y resistencia mental. Es su carácter, su compromiso, su disciplina, y sobre todo el convencimiento de que pueden lograrlo, lo que les hace destacar por encima de otros sobre el papel mejor dotados.

Cada vez que nos enfrentemos a un desafío, o simplemente a una situación difícil, cada vez que tengamos un reto por delante, pensemos en la importancia de los mensajes inconscientes que nos transmitimos a nosotros mismos.

Cuidado con boicotearnos antes siquiera de ponernos en marcha. Cambiemos el paradigma y convenzámonos de nuestras capacidades.

Seamos apneístas. Claro que podemos.

Romper los límites es lo que nos inspira a avanzar. Si no nos atrevemos a salir de nuestra zona de confort, la humanidad no crecerá”, comentó Severinsen tras la consecución de sus dos plusmarcas en apnea bajo hielo.

“Trabajar para lograr estos record Guinness ha sido un desafío enorme, tanto físico como mental; espero inspirar a muchas personas para que salgan ahí fuera y hagan grandes cosas que son significativas para ellas”.

Enorme Stig.